Hola a todos y a todas, ya estamos aquí una semana más después de las vacaciones con las pilas cargadas y a por todas con el final del curso, el tema que he elegido para esta nueva semana es el acoso callejero.
El acoso callejero es la forma más extendida y normalizada de violencia de género. Este tipo de acoso oscila desde el acoso verbal; piropos, miradas perturbadoras, silbidos, comentarios no deseados,... llegando en ocasiones al contacto físico, como rozar "sin ninguna intención" determinadas zonas del cuerpo de la mujer. 9 de cada 10 niñas, adolescentes y mujeres tienen que enfrentarse diariamente a este tipo de problemática.
Sin duda el porcentaje más desgarrador que nos encontramos es el porcentaje de chicas que dicen haber sido ayudadas, tan solo un 3%. El 97% afirma no haber recibido ayuda por parte del resto de personas que se encontraban cerca de esta situación de riesgo pero sin embrago si que se daban cuenta, de hecho muchas afirman que después de pasar ese mal trago se les acercan las personas y les dicen que lo sienten mucho en vez de haber hecho algo. Hacer algo no siempre es tener que enfrentarse directamente con el agresor sino que existen varias opciones. De hecho hay un programa de formación que contiene 5 herramientas con las que podemos intervenir en estas situaciones.
Este programa se llama las “5D”, donde cada “D”, pertenece a una acción que podemos ejecutar para detener el acoso.
- Distraer
- Delegar
- Dirigir
- Documentar
- Dar Asistencia
Para explicar qué significa cada herramienta y cómo emplearla pondré un ejemplo que valdrá de base para todas. El ejemplo es totalmente verídico y además es muy recurrente, suele ocurrir bastante. En el autobús hay una chica sentada y a su lado un hombre que le toca la pierna y ella pone cara de que no le gusta lo que está pasando.
- Distraer: Un chico se da cuenta del acoso y se dirige hacia la chica para preguntarle la hora y así distraer al acosador.
- Delegar: Una joven avisa de lo sucedido a alguien de autoridad, para que tome cartas en el asunto. En este caso, al conductor de autobús.
- Dirigir: Una mujer mayor se dirige expresamente al acosador para que deje en paz a la chica. Esta herramienta hay que saber muy bien dónde usarla, porque puede que nos ponga en riesgo.
- Documentar: Una mujer no se ve lo suficientemente respaldada como para realizar otra herramienta, pero decide grabar con el móvil, con cuidado siempre porque esto es delito. Y al terminar la situación de acoso, se dirige a la chica y le da el vídeo en el que queda evidencia del acoso.
- Dar asistencia: Una vez que haya acabado la situación de acoso, un hombre se acerca a la chica para preguntarle cómo está y si necesita algo.
Gracias a estas herramientas, si nos encontramos en alguna situación en la que alguien esté sufriendo este tipo de acoso, podremos actuar sin ponernos en peligro nosotros, porque antes de todo lo que tenemos que hacer es protegernos a nosotros mismos, para asegurar que todo salga como lo deseamos. Como futuros profesionales considero que poner en manos de la sociedad este programa es importantísimo ya que es algo que nos ocurre a diario a casi todas las mujeres y serviría de mucha ayuda. Además, con este programa no solo ayudas a la víctima, sino que también ayudamos a que la gente que está al rededor no sea pasiva y que la víctima tampoco y denuncie este tipo de situaciones porque más del 97% de estas situaciones no son denunciadas.
Para finalizar voy a poner un vídeo muy corto de poco más de 1 minuto de duración, con el que muchas nos sentiremos identificadas:
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